El capitán de los Yankees
de Nueva York se sintió casi ofendido cuando el periodista le preguntó
si Omar Vizquel merecería terminar su carrera en el Salón de la Fama de
Cooperstown.
“Sin discusión, sin debate. Es algo que no debería ni preguntarse”,
respondió Derek Jeter, visiblemente aturdido, hace un par de años. “Omar
es un Salón de la Fama y va a llegar al Salón de la Fama”.
Si usted le pregunta a un aficionado venezolano, la respuesta de la
mayoría será un rotundo sí. Una opinión parecida suelen tener los
comentaristas y analistas de los medios de comunicación del país. Ni
hablar de cualquier jugador al que usted se le acerque para saber su
opinión al respecto.
¿Podemos estar todos tan seguros como Jeter y la mayoría de los
aficionados? ¿Es el campocorto venezolano una fija en el templo de los
inmortales del béisbol? ¿No vamos a llevarnos un chasco?
Lo primero que debemos tener en cuenta antes de responder la pregunta
es que nuestra opinión (la suya, la mía y la de Jeter) vale muy poco
aquí. Al menos que usted sea miembro de la Asociación de Cronistas del
Beisbol de Estados Unidos (BBWAA, por sus siglas en inglés).
Desde su creación en 1936, el Salón de la Fama de las Grandes Ligas
ha dejado en manos de la prensa especializada una parte de la elección
(la otra es llevada a cabo por el llamado Comité de Veteranos). Es la
voz de los cronistas, entonces, la que cuenta.
Un pelotero debe haber jugado al menos 10 años en las Grandes Ligas y
tener una carrera lo suficientemente importante para ser incluido en la
boleta de votación una vez pasados cinco años completos desde su
retiro. Ya allí, deberá recibir aparecer en el 75% de las papeletas de
los periodistas, que pueden votar hasta por 10 jugadores cada año. Si no
es elegido, podrá ser considerado hasta un máximo de 15 años siempre
que saque no menos del 5% en cada elección. Andrés Galarraga quedó fuera
en el primer intento este año porque no pasó esa barrera.
Ser elegido por la BBWAA no es nada sencillo. De los 292 miembros que
tiene hoy el museo de Cooperstown, hay 203 peloteros. Sólo 109 de ellos
han sido “elevados” por la prensa. Y más de 16.500 peloteros han
aparecido en al menos un juego en la historia de las Grandes Ligas.
Estamos en presencia de un grupo muy exclusivo.
Uno de los mejores
Cualquier causa de Omar Vizquel para entrar al Salón de la Fama
pasará por su excelsa defensiva y el argumento de ser reconocido como
uno de los mejores campocortos de todos los tiempos.
Vizquel tiene el mejor porcentaje de fildeo de la historia (.985)
para torpederos con más de 1.000 juegos, ningún otro short suma más que
sus 2.681 desafíos y también es el líder en doblematanzas de todos los
tiempos con 1.720. Sólo Ozzie Smith acumula, con 13, más premios Guante
Oro que los 11 del caraqueño entre los defensores de la posición.
Más allá de cualquier estadística, su elegancia para cubrir el
campocorto ha sido elogiada desde que irrumpió en las mayores en 1989
con los Marineros de Seattle. Sus manos, la manera de mover los pies,
sus tiros precisos e inteligencia dentro del terreno le ganaron la
reputación del mejor torpedero de su época.
El número de errores de Vizquel, 183 en 2.681 juegos, lo hace ver
como un gigante al lado de otros miembros del Salón de la Fama como el
propio Smith (281 en 2.511) y el también venezolano Luis Aparicio (366
en 2.583).
Algo que no se suele señalar demasiado es que Aparicio jugó en una
época en la que ni los guantes, ni los campos, eran tan buenos. O que
tanto el marabino como Smith superan ampliamente al caraqueño en
asistencias. Mientras Smith tuvo ocho campañas sobre 500 y Aparicio
tres, Vizquel no tiene ni una.
Ese argumento será el primero que esgrimirán contra Vizquel a la hora
de cuestionar su defensiva. De hecho, es el único punto por el que
podrán atacar su guante. A lo que se podría responder diciendo que el
ahora jugador de los Medias Blancas de Chicago jugó en una era en la que
se ponían muchas menos bolas en juego (la búsqueda de jonrones produce
más ponches) por lo tanto se daban menos rodados.
Cómo y cuánto podría afectar esto a Vizquel es algo que está por
verse. Pero hasta ahora, son muchas las voces de la prensa
estadounidense que se han pronunciado a favor del caraqueño no sólo como
un miembro del Salón de la Fama, sino como un potencial electo en su
primera oportunidad.
“Creo que Omar tiene una excelente oportunidad de llegar al Salón de
la Fama en su primera oportunidad”, comentó en un correo electrónico
Larry Stone, del diario Seattle Times. “Pienso
que es considerado como el gran campocorto de su generación. Sólo se
queda por detrás de Ozzie Smith, con quien seguro lo compararán”.
“Ofensivamente, Omar tiene más hits que Ozzie (2.704 contra 2.460) y
un average más alto (.273 contra .262)”, apuntó Stone. “Creo que ha
hecho lo suficiente ofensivamente como para, combinado con su guante,
convencer a los votantes”.
“Creo que Omar entrará en su primera oportunidad. Sin dudas tendrá mi voto”, aseguró Bob Klaspisch, que escribe para The Record de New Jersey. “Está ahí con Ozzie Smith como el más grande campocorto defensivo de todos los tiempos”.
“Para mi tendría que entrar en su primera oportunidad. No tengo
ninguna duda. Es el mejor campocorto que he visto en mi vida”, nos dijo
hace un par de años Paul Hoynes, redactor del Cleveland Plain Dealer. “Parecía que no estaba trabajando nunca, sino divirtiéndose. Así de fácil hacia ver jugar shortstop”.
“Creo que Omar va a recibir mucho apoyo de los votantes,
particularmente porque ha jugado en ambas ligas y todos los escritores
lo vieron”, dijo Henry Schulman del San Francisco Chronicle. “No creo
que entre el primer año, aunque eventualmente entrará porque Ozzie Smith
abrió la puerta con su elección”.
Por supuesto, no todos los electores al Salón de la Fama –más de 500-
piensan de la misma manera. Sería una irresponsabilidad asegurar que
porque algunos pocos periodistas han apoyado públicamente a Vizquel –con
el añadido de que la pregunta se las está haciendo un periodista
venezolano, algo que provoca empatía- el resto piense igual.
“Creo que es un Salón de la Fama, pero no sé si va a entrar. En todo
caso, tendrá que sufrir un tiempo”, dijo Ken Rosenthal, columnista de la
cadena FOX, al final de la campaña pasada. “Creo que va a sufrir un
tiempo. Pero, como mínimo, estoy seguro de que tendrá mucha
consideración entre los electores”.
“No me he sentado con seriedad a analizar sus números, pero no tengo
dudas de que es un jugador al que le daré mucha consideración”, anunció
Tom Verducci, de Sports Illustrated, al ser consultado sobre el tema.
“Sin duda alguna se ha metido en la discusión para ser considerado un
miembro del Salón de la Fama”.
Lo que no tiene discusión es que el nombre de Vizquel suena con fuerza en los medios. Y eso es fundamental para esta pelea.
La bendita ofensiva
Si algo es capaz de parar la carrera del genial torpedero venezolano
hacia Cooperstown es su ofensiva. Tampoco lo ayuda el uso de análisis
estadísticos cada vez más complejos por parte de algunos electores,
especialmente los más jóvenes que con el paso del tiempo irán haciéndose
el grupo dominante en la BBWAA.
Un pelotero mucho más completo que el caraqueño y que todos
consideraban una fija a principios de año, Roberto Alomar, no fue
exaltado en su primer intento. Eso debe servir como ejemplo.
El boricua tiene en su contra el desagradable episodio del escupitajo
que le propinó a un umpire cuando jugaba para los Orioles. De resto, su
ofensiva fue mucho mejor que la de Vizquel.
En una época en la que los batazos salían por todos lados, Vizquel
tiene hoy un average de .273 y un porcentaje de embasado de .338. Ambas
cifras están muy por debajo de la élite. Nunca dio 200 hits y sólo
anotó 100 carreras en un par de oportunidades.
¿Qué nunca ha estado manchado por el escándalo de los esteroides?
Cierto. Falta ver cómo podría jugar ese factor en la votación. Una cosa
es que se decida castigar a los “culpables”. Otra que se quiera premiar a
los “inocentes”.
Su OPS plus (una comparación de la suma del slugging y porcentaje de
embasado de un jugador con el del resto de los bateadores de su época,
en la que 100 es promedio) lo deja ver como un toletero por debajo de la
media. Tiene 83. Smith dejó 87. Albert Pujols, por ejemplo, tiene 172.
Usted aquí es libre de pensar lo que quiera. Y argumentar que esas
estadísticas son “chimbas” y que el béisbol es mucho más que números y
que. Está en su derecho. Eso sí: tenga en cuenta que son utilizadas cada
vez más. Y lo seguirán haciendo.
“Pienso que el movimiento “sabermátrico” (término usado desde hace
más de 20 años para bautizar al movimiento que comenzó a popularizar el
análisis estadístico del juego) podría afectar a Omar”, advirtió Larry
Stone. “Si uno mira estadísticas como WAR (victorias sobre jugador
promedio) y el OPS-plus, no le va muy bien. Pero aún así pienso que está
tan bien considerado por su defensiva, que los votantes lo apoyarán”.
“El creciente número de escritores de Internet que están llegando a
la BBWAA puede hacerle daño”, destacó Schulman. “En la otra mano, hay
números para evaluar la defensiva y a Omar también le va bien allí”.
Hay un último punto a considerar. Vizquel no será el único pelotero
que estará en la boleta cinco años después de su retiro. No está
corriendo solo.
A Alomar, Bert Blyleven, Barry Larkin y Edgar Martínez se unirán en
el 2011 Jeff Bagwell, Rafael Palmeiro, John Olerud, Kevin Brown, Larry
Walker, Juan Gonzalez y Tino Martinez, entre otros. En el 2012 sobresale
Bernie Williams. En el 2013 llegarán Barry Bonds, Roger Clemens, Craig
Biggio, Curt Schilling, Sammy Sosa y Mike Piazza. Y en el 2014 Greg
Maddux, Tom Glavine, Frank Thomas, Jeff Kent y Mike Mussina. En el 2015
hay que contar con Randy Johnson y en el 2016 –donde estaría Vizquel si
se retira este año- probablemente estén Ken Griffey Jr, Trevor Hoffman,
Chipper Jones, John Smoltz, Pedro Martínez, Iván Rodríguez y Andy
Pettitte.
No es un grupo sencillo para competir. Todos no estarán en la boleta
junto a Omar, obvio. Pero esto se traducirá en que grandes jugadores
irán quedando rezagados. Muy pocas veces se ha elegido a más de tres
beisbolistas en una elección de la BBWAA.
Todos quisiésemos que, como dice Jeter, el caso de Vizquel al Salón
de la Fama no necesitase discusión, no mereciese ser debatido. No es tan
sencillo.
Omar Vizquel: ¿una fija en Cooperstown?
ResponderEliminarEl capitán de los Yankees de Nueva York se sintió casi ofendido cuando el periodista le preguntó si Omar Vizquel merecería terminar su carrera en el Salón de la Fama de Cooperstown.
“Sin discusión, sin debate. Es algo que no debería ni preguntarse”, respondió Derek Jeter, visiblemente aturdido, hace un par de años. “Omar es un Salón de la Fama y va a llegar al Salón de la Fama”.
Si usted le pregunta a un aficionado venezolano, la respuesta de la mayoría será un rotundo sí. Una opinión parecida suelen tener los comentaristas y analistas de los medios de comunicación del país. Ni hablar de cualquier jugador al que usted se le acerque para saber su opinión al respecto.
¿Podemos estar todos tan seguros como Jeter y la mayoría de los aficionados? ¿Es el campocorto venezolano una fija en el templo de los inmortales del béisbol? ¿No vamos a llevarnos un chasco?
Lo primero que debemos tener en cuenta antes de responder la pregunta es que nuestra opinión (la suya, la mía y la de Jeter) vale muy poco aquí. Al menos que usted sea miembro de la Asociación de Cronistas del Beisbol de Estados Unidos (BBWAA, por sus siglas en inglés).
Desde su creación en 1936, el Salón de la Fama de las Grandes Ligas ha dejado en manos de la prensa especializada una parte de la elección (la otra es llevada a cabo por el llamado Comité de Veteranos). Es la voz de los cronistas, entonces, la que cuenta.
Un pelotero debe haber jugado al menos 10 años en las Grandes Ligas y tener una carrera lo suficientemente importante para ser incluido en la boleta de votación una vez pasados cinco años completos desde su retiro. Ya allí, deberá recibir aparecer en el 75% de las papeletas de los periodistas, que pueden votar hasta por 10 jugadores cada año. Si no es elegido, podrá ser considerado hasta un máximo de 15 años siempre que saque no menos del 5% en cada elección. Andrés Galarraga quedó fuera en el primer intento este año porque no pasó esa barrera.
Ser elegido por la BBWAA no es nada sencillo. De los 292 miembros que tiene hoy el museo de Cooperstown, hay 203 peloteros. Sólo 109 de ellos han sido “elevados” por la prensa. Y más de 16.500 peloteros han aparecido en al menos un juego en la historia de las Grandes Ligas. Estamos en presencia de un grupo muy exclusivo.